El Senado mexicano aprobó una reforma constitucional que prohíbe la producción, distribución y venta de vapeadores y cigarrillos electrónicos. La medida generó controversia, ya que algunos especialistas en salud consideran que aún falta tiempo y estudios tanto para determinar su impacto en la salud como su efectividad para dejar de fumar, mientras que otros advierten sobre sus potenciales riesgos.
Legislaciones y Preoupaciones En Torno a los Vapeadores
La propuesta de prohibir los vapeadores fue defendida bajo el argumento de que los cigarros electrónicos no son una alternativa segura para dejar de fumar. En su lugar, se ha planteado que existen otros métodos aprobados, como los parches y terapias, para ayudar a los fumadores a abandonar el tabaco.
Algunos legisladores criticaron que este producto se promocionara como una opción para dejar de fumar tabaco, calificándolo como una artimañana de mercadotecnia.
Por otro lado, el neumólogo Gustavo Rosales y otros expertos sugieren que los vapeadores pueden ser efectivos en algunos casos como una “terapia puente” para aquellos que ya son fumadores, siempre y cuando estén regulados, como ocurre en algunos países como Reino Unido.
En estos lugares, el cambio al vapeo ha reducido la exposición a toxinas nocivas, que podrían causar cáncer y enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) han señalado que no existen pruebas suficientes para aprobar los vapeadores como una alternativa segura o efectiva para dejar de fumar.
Según estas entidades, el uso de dispositivos electrónicos no ha mostrado resultados concluyentes en su eficacia para reemplazar el tabaco tradicional.
Vapeadores: ¿Más Dañinos Que Los Cigarros Tradicionales?
Una de las principales preocupaciones sobre los cigarrillos electrónicos es que, al igual que los cigarrillos tradicionales, contienen sustancias químicas que pueden ser dañinas para la salud. Algunos vapeadores podrían ser más peligrosos que los cigarrillos tradicionales, ya que algunos dispositivos contienen hasta tres cajetillas de cigarro en un solo vapeador.
Además, en muchos productos de vapeo no se reportan las sustancias que contienen, lo que dificulta el control de los riesgos asociados a su uso.
En cuanto a los estudios sobre los daños de los vapeadores, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han indicado que, aunque los cigarrillos electrónicos contienen menos sustancias tóxicas que los cigarrillos tradicionales, no se puede determinar con exactitud qué sustancias contienen cada marca y modelo de vapeador.
A pesar de la falta de regulación en muchos países, la FDA advierte que se necesita más investigación sobre la seguridad y los riesgos asociados con estos productos.
Especialistas en salud, como el doctor Aldo Montemayor, enfatizan que no es adecuado comparar los efectos de los cigarrillos tradicionales con los de los cigarrillos electrónicos de forma generalizada, ya que existen numerosas variables que afectan la composición de cada dispositivo. Por ello, es crucial investigar más a fondo las diferencias y riesgos de cada producto antes de emitir juicios definitivos.
Adicción y Riesgo de Salud en Jóvenes
Uno de los aspectos más críticos que ha resaltado la OMS es el riesgo de adicción a la nicotina, especialmente entre los jóvenes. Aunque muchos vapeadores contienen nicotina, un agente altamente adictivo, las variaciones en las concentraciones dificultan conocer exactamente la cantidad consumida por los usuarios.
Además, el diseño de estos dispositivos, con colores y aromas atractivos, podría estar fomentando su uso entre los adolescentes.
OMS y FDA: Vapeadores No Son Herramienta Para Dejar de Fumar
El consumo de vapeadores también se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, pulmonares y trastornos del aprendizaje. En este sentido, la OMS y la FDA coinciden en que los vapeadores no deberían ser promovidos como una herramienta para dejar de fumar, y subrayan que su uso en menores de 18 años debería ser desalentado.
Las cantidades de nicotina en los vapeadores pueden variar considerablemente, lo que puede aumentar el potencial adictivo del dispositivo.
Además, el uso de sustancias como aceite de cannabis, fentanilo o MDMA en algunos líquidos para vapeo ha generado preocupaciones sobre los riesgos adicionales asociados con el consumo de estos productos.
¿Prohibición o Regulación?
A pesar de los riesgos señalados, algunos legisladores argumentan que la prohibición de los vapeadores podría crear un mercado ilegal, aumentando el riesgo de productos no regulados y peligrosos para los consumidores.
Expertos en el tema también han señalado que, al prohibir estos dispositivos, se podría estar empujando a los consumidores hacia un mercado negro, donde no existen controles de calidad ni regulaciones de seguridad.
Marcela Madrazo, directora del proyecto “Vapeo Informado”, advirtió que la prohibición de la venta de vapeadores no erradicará la industria, sino que podría tener efectos negativos, como el aumento del comercio informal.
Por su parte, la especialista en adicciones Guadalupe Ponciano indicó que la comercialización ilegal de estos productos ya existe y podría verse agravada si la prohibición se implementa sin un marco normativo adecuado.
Por otro lado, el aumento en el uso de cigarrillos electrónicos en México, según la Encuesta Global de Tabaquismo, refleja la creciente popularidad de estos dispositivos, a pesar de las restricciones.
Primer Muerte en México Asociada a Vapeadores
En octubre de 2019, México reportó su primera muerte atribuida al uso de un vapeador. Un joven de 18 años en San Luis Potosí falleció después de sufrir un cuadro pulmonar severo, que fue diagnosticado como enfermedad pulmonar aguda grave asociada al uso de cigarrillos electrónicos. Este caso marcó un hito en la preocupación por los riesgos del vapeo en el país.
Aunque las autoridades de salud no confirmaron que el vapeo haya sido la única causa de la muerte, el caso sirvió como un recordatorio de los riesgos que implican los cigarrillos electrónicos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el consumo de estos dispositivos podría estar asociado con graves problemas respiratorios y cardiovasculares, lo que refuerza las advertencias sobre su uso, especialmente entre los jóvenes.